Redacción del diaroi MADRID

Describir sin valorar

El catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona, Francesc Carreras, escribía sobre la Ley de Prensa de 1966 en la edición conmemorativa publicada 50 años después del a orden de cierre al diario MADRID

La Ley de Prensa de 1966 fue un paso adelante para la libertad de expresión al suprimir la censura previa. Sin embargo, esta censura se siguió ejerciendo, como no podía ser menos en una dictadura, al trasladar la responsabilidad censora a los mismos medios, especialmente a sus directores y a las empresas. Si las autoridades consideraban que un medio se había excedido en el ejercicio de la libertad de expresión, se les aplicaba un régimen de sanciones administrativas y penales para imponer las cuales la ley dejaba un amplio campo a la discrecionalidad que se convirtió, en la práctica, en simple y despótica arbitrariedad.

El cierre del diario MADRID es el mejor ejemplo de las dificultades que tenían que afrontar los periodistas si querían ejercer de forma profesional y responsable una  libertad de expresión que apurara al máximo los límites legales.  Ello se pone claramente de manifiesto en este artículo de Federico Ysart.

El Movimiento Nacional era el partido único, característico de toda dictadura. Su regulación experimentó  a lo largo de los años leves modificaciones pero siempre conservó lo sustancial: el control absoluto ejercido por Franco sobre la composición y las funciones de su Consejo Nacional. Los Principios del Movimiento  eran muy importantes, el máximo límite normativo a la actividad estatal y por ello tenían una prevalencia decisiva sobre las normas, dado que «por su naturaleza» eran «permanentes e inalterables».

¿Cómo se podía informar críticamente sobre la nueva ley sin infringir tan superiores Principios? Sólo en forma descriptiva, sin comentar ni la composición ni las funciones del Consejo. Es lo que hace Ysart. Aunque en el último párrafo abre una tímida puerta a la crítica insinuando que en el futuro sus miembros podrían ser  elegidos por sufragio universal y directo. Las autoridades debieron considerar este añadido como un exceso porque los lectores ya habíamos aprendido a leer entre líneas. Informar era, como máximo, describir, nunca valorar. Lo sabíamos, lo entendíamos.

 

Francesc de Carreras

(Diario Madrid, 25-XI-2021)

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