Miguel Ángel Aguilar
Miguel Ángel Aguilar

De la aceleración a la lucidez, por Miguel Ángel Aguilar

Discurso del presidente de la Fundación Diario Madrid al entregar el XVI Premio de Periodismo 'Diario Madrid' a Masha Gessen

Querida premiada, querida Alcaldesa, querida Soledad Fox Maura, queridas Ministras que adivino difusamente en la sala, supervivientes de la voladura que trabajasteis en el diario Madrid defendiendo las libertades, colegas, amigas y amigos, en nombre del Patronato de la Fundación y del Consejo de la Sociedad editora, gracias por haber venido, para honrar con vuestra presencia, esta ceremonia de entrega a Masha Gessen, escritora y periodista de NewYorker de la decimosexta edición del Premio Diario Madrid de Periodismo.

“Vivimos tiempos difíciles en los que no es posible hablar ni callar sin peligro”, como dijo nuestro Juan Luis Vives; siempre ha sido así, porque no hay seguridad al servicio de la verdad ni de la libertad. Nuestra premiada, Masha Gessen, lo sabe bien. Las vicisitudes de su vida dan prueba sobrada de ello.

Un jurado de periodistas prestigiosos al concederte el Premio ha destacado su valentía y su firme e inteligente denuncia del retroceso de las libertades en Rusia bajo el putinismo, por decirlo con la expresión preferida de nuestro admirado colega el director de la Gazeta Wyborcza, ahora que nuevamente está perseguido por el gobierno de Varsovia.

En el acta se subraya también el certero análisis que la premiada ha hecho de las amenazas que representa para el sistema democrático en Estados Unidos y en todo el mundo la administración del presidente norteamericano Donald Trump.

De ahí que no se haya dejado abducir por el síndrome de la gratitud hacia el país que la ha acogido ni se haya encaminado por la senda de la docilidad, ni haya mirado para otro lado, disimulando los agravios a las libertades por cuenta de un presidente que tiene avergonzados a los buenos amigos norteamericanos.

Pero para dar cuenta del punto de ignición que sirvió para incoar la candidatura que ha merecido el premio de Periodismo del diario Madrid, debo mencionar a la proponente, la periodista Andrea Aguilar, quien nos informó de la figura y la trayectoria de Masha Gessen y nos contagió su admiración por ella. Así se ha sumado a una nómina en la que la han precedido gentes tan relevantes del periodismo como Katharine Viner, Juan Villoro, Giovanni di Lorenzo del DIE ZEIT, o el Nobel Mario Vargas Llosa.

Las características del Premio están en línea con los promovidos por Fundaciones y Universidades como la de Columbia, donde anida los premios Pulitzer. Por eso está exento de la endogamia degenerativa de esos círculos que se premian a sí mismos.

El periodismo se encuentra en momentos aciagos. Ayer me decía un periodista, cuyo nombre evitaré enturbiar “que es un periodismo de pordioseros”, en una situación de ruina, sin un modelo -como se dice ahora- de negocio. Pero, sobre todo, con pérdida de masa encefálica y de la diligencia en la indagación y la verificación de los hechos; estamos dedicados al entretenimiento y hemos desertado del compromiso con las libertades, el único al que por encima de todo nos debemos.  

Nos vemos permanentemente incitados a asumir la defensa de toda clase de causas. Viendo para acá y me he encontrado una manifestación de los empleados de correos. Alguno me ha reconocido y me ha gritado: Miguel Ángel, a ver si hablas de nosotros, cuéntalo!! Son apelaciones que nos lanzan permanentemente en todas partes. Quieren que hagamos suyas las causas en que están inmersos. Unas causas contradictorias entre sí que son imposibles de defender todas al mismo tiempo.

Hay sólo una causa de la que no podemos desertar nunca: la defensa de las libertades. Así figura en aquella placa que pusimos en la esquina donde estuvo el diario Madrid: En memoria, en homenaje, a quienes trabajaron en el diario Madrid defendiendo las libertades y una reproducción de esa placa es la que recibirá Masha Gessen como símbolo de este Premio.

En cuanto al momento que está viviendo nuestro país, me sumo a Luciano Concheiro quien en su libro “Contra el tiempo” explica con claridad que la característica de nuestro tiempo, de nuestra época, es la aceleración. Ojalá que la aceleración no sea el disloque, que la aceleración no sea el aturdimiento, que la aceleración sea la lucidez porque también hay lentitudes insoportables que bloquean los procesos. Aplazamientos que los hacen imposibles. Hay evitar también que la aceleración nos lleve a salirnos del sistema gravitatorio según nos previene Jean Baudrillard en su libro “La ilusión del fin”.

Sabed quienes estáis aquí y pertenecéis a esa profesión del periodismo, que los medios de comunicación pueden ser promotores de la concordia y del entendimiento o del antagonismo y el cainismo. Ojalá entre nosotros cunda el afán de promover la concordia sin que eso signifique ceder un ápice en la narración de la verdad averiguada y verificada, sin dar pábulo a los inventos. Vamos a dejarnos de emociones, vamos a poner nuestra emoción en la defensa de la libertad y que ahí nos encuentren siempre unidos, en la misma línea que nuestra premiada de hoy, Masha Gessen, a la que le doy por anticipado nuestra mayor felicitación.  

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