BARCELONA. (De nuestro corresponsal, por «télex».) Las dos notas más destacadas de la jornada electoral de ayer en Cataluña son la rotunda victoria de Eduardo Tarragona en Barcelona y la derrota de Fabián Estapé en Gerona. Asimismo cabe subrayar el retraimiento de los electores.
Según cifras oficiales todavía provisionales en la provincia de Barcelona participó mas del 45 por 100 del censo. Ahora bien, sumados a todos los votos conocidos hasta ahora se alcanza la cifra de alrededor de un millón de sufragios, que divididos entre dos supone una concurrencia de medio millón de personas. Si se tiene en cuenta que el censo barcelonés se eleva a 1.956.426, se podrá comprobar siempre con datos provisionales que la participación ciudadana ha sido de un 25 a un 30 por 100, a menos que el resto sean votos en blanco o invalidados. Incluso aceptando la cifra del 45 por 100, el retroceso respecto a los comicios de hace cuatro años es significativo: entonces las cifras oficiales señalaron para Barcelona el porcentaje del 53 por 100.
En la provincia de Barcelona el fracaso de la candidatura «oficial» ha sido notorio. Eduardo Tarragona ha alcanzado hasta el momento cerca de 340.000 votos. Juan Antonio Samaranch colocado en segunda posición, ha obtenido casi 100.000 sufragios menos; es decir, unos 240.000. Torras Trías no ha llegado a los 210.000. En cuanto a la «candidatura democrática» Barrenys-Cassasás, los resultados son considerados lógicos 70.000 y 65.00, respectivamente. Los votos en este caso son cualitativos, pues la lucha entre dos desconocidos y los otros tres candidatos que han desembolsado muchos millones en la campaña ha sido totalmente desproporcionada. Por otra parte, nadie ignora que las presentes circunstancias, con las conocidas restricciones propagandísticas, no favorecen en absoluto a candidatos claramente discrepantes como Barrenys y Cassasás.
El gran perdedor moral ha sido, sin duda, Juan Antonio Samaranch. Baste recordar que en 1967 el entonces delegado nacional de Deportes reunió la cantidad de 526.366 votos, cifra máxima en toda España. Ahora, ha alcanzado, a duras penas, la mitad y no ha conseguido remolcar a su aliado, el presidente del Consejo Provincial de Empresarios. Añádese a lo dicho el perceptible apoyo de los medios oficiales a Samaranch y Torras Trías y la extraordinaria inversión monetaria que les ha supuesto la campaña. Por ejemplo, ayer en cada colegio electoral había de diez a quince jóvenes contratados por Samaranch y Torrás Trías repartiendo papeletas. Cada colaborador de este tipo cobraba 500 pesetas y diez céntimos por voto conseguido.
Además, claro está, de los interventores y apoderados. Mientras, tanto Tarragona como Barrenys y Cassasás disponían de muchos menos repartidores de papeletas; y dato importante, todos ellos voluntarios.
MÁS REPARTIDORES QUE VOTANTES
Digamos también que la jornada ha transcurrido en la provincia sin alteraciones del orden público y con extraordinaria calma. Durante muchas horas y en numerosos colegios había más repartidores de papeletas que votantes. Nuevamente, como ya ocurrió en las elecciones municipales de hace un año y a pesar de que en esta ocasión la afluencia ha sido algo superior, puede afirmarse que los comicios familiares han discurrido en Barcelona casi en familia. A media noche, el gobernador civil de la provincia se reunió con los representantes de los medios informativos para comentar los resultados de la jornada. No quiso anticipar datos, se congratuló del buen orden en la calle e indicó la clasificación de los candidatos. Tras facilitar la cifra del 45 por 100 de votantes, el señor Pelayo Ros afirmó: «Este tanto por ciento, que no es definitivo hasta que la Junta Provincial del Censo dé a conocer los resultados totales de estas elecciones constituye, sin duda, un signo revelador del interés que las elecciones habían despertado en nuestra provincia.»
En el resto de las provincias catalanas los resultados han sido normales, salvo, como queda dicho, en Gerona. En esta provincia se ha producido el espectacular tropiezo del comisario adjunto del Plan de Desarrollo, Fabián Estapé. Estapé ha conseguido 56.324 votos, siendo superado por Juan Botanch, con 61.550, y Mauricio Durán, con 57.591. Más grave es el hecho si tenemos presente que en Gerona capital el colaborador de López Rodó ha quedado en último lugar, detrás del candidato Julián Arenas, y alcanzando únicamente 4.746 sufragios.
En cuánto a Lérida y Tarragona han vencido los candidatos Joaquín Viola y Blas Mola, y Fernando Bau y Juan Mestre, respectivamente.
Los señores Viola, Mola y Bau pertenecen a familias con fuerte arraigo entre los notables de sus provincias, por lo que no puede sorprender su victoria en unas elecciones como las desarrolladas en el día de ayer.