«… AMISTADES ETERNAS»

Palabras de José Vicente de Juan en el homenaje a Miguel Ángel Gozalo

El homenaje en la sede de la Fundación, con excepcional asistencia de público, se inició con unas palabras de bienvenida del Vicepresidente José-Vicente de Juan, quien a su vez introdujo la intervención musical al piano de Elena, nieta de Miguel Ángel Gozalo, que emocionó a los asistentes con su interpretación del conocido “Vals del adiós” de Chopin.

Buenas tardes querida Maribel y ejemplar familia. Muchas gracias a todos ustedes por participar personalmente en el homenaje que la Fundación Diario Madrid y la Asociación de Periodistas Europeos queremos rendir en este Laboratorio de Periodismo, a la figura de Miguel Angel Gozalo, uno de nuestros Patronos más relevantes y activos en los trabajos de la Fundación a lo largo de los últimos treinta años, haciendo honor a una vinculación que  él había comenzado más de cincuenta años antes como Subdirector, hasta su cierre en 1971, del desaparecido Diario Madrid. Como Director de la Fundación, en nombre de su familia, del Patronato y de la Asociación, muchísimas gracias por su presencia.

En lo personal y como anécdota decidles que se han cumplido casi cincuenta y tres años del cierre del Madrid y allí en la redacción del vespertino madrileño de la calle de Pardiñas esquina a Maldonado, coincidimos por primera vez. Él ya era un periodista curtido y yo estaba empezando. Me ocupaba como colaborador de los temas de educación y universidad. Un día, a los pocos meses de conocernos y trabajar a sus órdenes, le dije: —Miguel Ángel, llevo tiempo como colaborador fijo y me siento integrado en el espíritu del periódico, me gustaría entrar en la plantilla—.  Su respuesta fue inmediata: —Tienes razón y me parece justo. Cuenta con ello—.  Dicho y hecho. Así era Gozalo de directo, sincero y resolutivo. Pueden imaginar, lo que para un joven periodista suponía entrar en la plantilla del Madrid. Un sueño que nunca he olvidado.

Y termino, como es justo y necesario, con una mención a su admirado Pablo Neruda, muchos de cuyos poemas citaba de memoria ante nuestro asombro. Capacidad que por cierto mantuvo hasta el final. Escribió Neruda un poema titulado “Algunas amistades son eternas” que comienza «Algunas veces encuentras en la vida alguna amistad especial…» y termina «si tú encuentras tal amistad te sientes feliz y lleno de gozo…». Ni más ni menos; esto es lo que sentimos quienes hemos tenido la suerte y por supuesto el privilegio de ser amigos de nuestro admirado Miguel Angel.

Antes de dar la palabra a nuestro Presidente, compañero y redactor jefe de aquéllos tiempos del Madrid, Miguel Ángel Aguilar, que moderará este acto, se me encomienda el honor de presentar a una de las jóvenes nietas de Miguel Angel Gozalo, Elena de Pablo Gozalo, a quien su abuelo dispensaba orgullosa admiración por su talento. Ella va a interpretar en recuerdo de su abuelo, una pieza breve, pero especialmente apreciada por Miguel Ángel: El Vals número 1, opus 69 de Chopin, que esperamos ayude a todos a desconectar del ruido que nos rodea y centrarnos en este emocionado homenaje a nuestro querido Gozalo.

         Adelante Elena.

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