Con enorme tristeza despedimos hoy a uno de los grandes maestros de nuestra profesión, uno que tocó todos los palillos: agencias de noticias, revistas, diarios, radio y televisión. Miguel Ángel Gozalo trabajó en la Agencia Efe, llegando a ser presidente, y en Europa Press; en la revista SP; en el diario Madrid y en el diario Informaciones; en la Cadena SER, y en Televisión Española, llegando a ser director. Además, también fue jefe de Prensa del Ministerio de Agricultura y del Ministerio de Información, siendo Reguera Guajardo el ministro. Era, por tanto, un verdadero todoterreno del periodismo.
Estaba casado con otra periodista, Isabel Hernando, a quien había conocido en la Escuela de Periodismo, compañera de promoción y de vida durante más de 50 años. Últimamente, me comentó en una ocasión, su pasión era llevar a los nietos al colegio, algo que hacía regularmente después de su hora de natación diaria en una piscina municipal.
Miguel Ángel vivió con intensidad todo el periodo de la Transición, cuando “la censura se iba debilitando con el paso del tiempo”, como comentó en el pódcast sobre su vida que grabó la Asociación de la Prensa de Madrid. Tenía un marcado sentido del humor, como también demuestra en dicho pódcast al declarar que un periodista recién licenciado “lo primero que tiene que hacer al obtener su grado es mirar primero si puede cambiar de carrera…” o en la respuesta que dio a un directivo cuando optaba a un puesto en la Cadena SER, contestando a si tenía experiencia radiofónica: “Pues claro que tengo experiencia, he oído la radio desde pequeñito”.
La apasionante carrera de Miguel Ángel debería servir de inspiración a generaciones futuras de periodistas. Pocos merecen ese crédito.
En lo personal, era una delicia tratar con él, aunque previamente había que conocer su retranca gallega para poder interpretar bien sus comentarios. Pertenecía a esa comunidad de grandes periodistas formada por Miguel Ángel Aguilar, Pepe Oneto, Jesús Hermida, Cuco Cerecedo, etc. Con todos ellos trabajó.
Personalmente, le debo un favor que nunca olvidaré, puesto que significó un hito fundamental para mi carrera y para mi vida. Él dirigía el diario vespertino Informaciones y me había ofrecido el puesto de jefe de Internacional por el simple hecho, creo, de que hablaba inglés, algo muy apreciado en aquellos tiempos. Acepté con gran agradecimiento, pero le pedí que esperase un mes a mi incorporación, porque iba a Inglaterra a casarme. Aceptó; pero, el día antes de mi boda, Antonio Herrero Losada, director de Europa Press, me llamó para ofrecerme el puesto de corresponsal en Londres. Le dije que no podía aceptar lamentablemente, pues tenía un compromiso con Gozalo. Antonio Herrero me pidió permiso para llamar a Gozalo y convencerle de que me librara del compromiso, cosa que Miguel Ángel hizo con gran generosidad, ya que me telefoneó para confirmarlo y darme la enhorabuena por el nombramiento, que para mí marcó el inicio de mi carrera como corresponsal.
Suele decirse que no muere quien permanece en el corazón de los que quedan. Estoy seguro de que Miguel Ángel Gozalo va a permanecer muchos años en nuestros corazones.
Juan Caño
Miembro de la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid