Diecieséis expedientes sancionadores
La voladura del edificio que acogía al diario Madrid, con la desoladora apariencia de un terremoto o un bombardeo -imagen que mereció la gloria póstuma de ser portada de periódicos de todo el mundo- se ha convertido, por su carga metafórica (vean cómo nos las gastamos aquí con la prensa levantisca) en la síntesis de aquella larga y desigual batalla de cinco años entre el tardofranquismo y unos predemócratas que todavía no tenían nombre. Pero eso pasó meses después, con el diario muerto y enterrado. Cuando conquistó su epitafio y desencadenó las necrológicas fue antes, el 25 de noviembre de 1971: el día del «ya no va más», se acabaron las bromas y el toreo de salón, después de un cierre anterior de cuatro meses y muchos expedientes y multas.
Los expedientes eran como las campanadas de un reloj, a la espera de la última y definitiva, y todo el mundo lo veía ven. Estos son los dieciséis artículos que fueron objeto de expediente.